LA ESCUELA DEL BIDASOA
La
Escuela del Bidasoa es un movimiento artístico, una actitud ante la
naturaleza, que surgió entre los años 1895 y 1919 en torno al río
Bidasoa. Es una manifestación tardía del Naturalismo del siglo XIX
que supuso, a escala regional, la plasmación más coherente del
impresionismo pictórico con avances hacia el postimpresionismo
fauvismo y expresionismo, contribuyendo así a la modernización de
la pintura española.
La
Escuela se formó en Irun bajo la protección de unas circunstancias
favorables (buenas infraestructuras educativas y culturales, la
influencia francesa y el liberalismo en las actitudes) y sus efectos
se proyectaron sobre la cuenca entera del río, río con tres núcleos
de actividad pictórica principales: Elizondo, Vara de Bidasoa e
Irún.
La
Escuela del Bidasoa presenta cuatro fases en su desarrollo personal:
1.
FASE:
En
una primera fase -entre 1895 y 1919- se dio la consciencia de los
factores básicos para la formación de la Escuela del Bidasoa:
- Las
estancias de Darío
de Regoyos,
Daniel
Vázquez Díaz
y Ricardo
Baroja en
Irún.
- La animación cultural del seminario <<El Bidasoa>>, impulsado por Victoriano de Juaristi. Juaristi reunió junto a sí a las fuerzas vivas de la cultura irunesa y se convirtió en hombre puente entre Vera e Irún, por su amistad con los hermanos Baroja y Jose Salís.
- La vigorización de la Academia Municipal de Dibujo de Irún, dirigida por Julio Echeandía, donde se formaron los pintores de las generaciones siguientes.
- Las creaciones paisajísticas de Salís, Berrueta, Echenique, Regoyos y Vázques Díaz.
- El influjo de Beraun e Itzea -las casas de las familias Salís (en Irún) y Baroja (en Vera de Bidasoa)- que ejercieron en la zona como focos de intercambio cultural.
- La permanencia de Francisco Echenique y las estancias temporales de Javier Ciga e Ignacio Echandi, hasta 1959 y 1951 respectivamente, en Elizondo.
Se produjo una actividad independiente del sector irunés y baztanés.
2.
FASE:
En
la segunda fase se cohesionó la Escuela con la formación de Bienabe
Artía y Montes Iturrioz entre 1919 y 1932, gracias al
apoyo de un ambiente favorable, así como del magisterio de Salís
y Vázquez Díaz. Juan Larramendi y Menchu Gal
fueron los pintores bisagra de las dos últimas fases que hasta hoy
presenta la escuela pictórica.
En
1927 los pintores iruneses hicieron una exposición en su ciudad en
la que no figuraba Echenique. Esto fue debido a que los
contactos de los pintores iruneses con Elizondo en esta época fueron
esporádicos, paisajísticos más que personales, aunque la adhesión
de Echenique al homenaje que se le hizo a Montes Iturrioz
en Irún, en Septiembre de 1928, demuestra que ambos artistas, a
pesar de la diferencia de edad, se conocían. Aún así la actividad
pictórica de Irún y Baztán siguió siendo independiente.
3.
FASE:
La
tercera fase se inició en 1932. En ella se afianzó la escuela al
aglutinarse en torno a Montes Iturrioz y la Academia Municipal
de Dibujo de Irún los pintores Enrique Albizu, Amaya
Hernandorena, José Gracenea, Juan María Navascués,
José Noain, Javier Sagarzazu, y Jesus Montes
Iribarren, entre los paisajistas más destacados de la tercera
generación.
A
través de la amistad de Menchu Gal con Ana Marín y
con el traslado de Montes Iribarren a Ciga se creó un puente
de comunicación entre los pintores de la desembocadura y los de
Baztán. Además, a través
de Ismael
Fidalgo
llegó el vazquezdiísmo al Valle de Baztán. Por estos motivos y
por su vinculación con algunos miembros de esta generación y de la
anterior, se adhirieron a la escuela los navarros José
María Apezetxea, Ana Marín y Ana María Urmeneta.
En
1944 y 1946 se volvieron a realizar en Irún exposiciones sin la
presencia de los pintores baztaneses. Y los baztaneses expusieron por
su lado en Elizondo en 1949 sin la presencia de Ricardo Baroja. Se
comenzaron a entablar relaciones entre los pintores de la
desembocadura y del Valle de Baztán, pero, ciertos aspectos, como las
ya mencionadas exposiciones por separado entre navarros y
guipuzcoanos, la presencia en Elizondo de otros pintores como Ciga,
Echandi y Fidalgo, la ausencia temporal de Larramendi y la distancia
generacional entre Echenique y los más jóvenes pintores baztaneses,
le dieron al sector navarro unas peculiares características que la
diferencian del centro irunés.
4.
FASE:
En
1952 Ismael Fidalgo se estableció por un tiempo en la capital
baztanesa, abriendo un estudio con Apezetxea. Apezetxea
aglutinó el colectivo Artistas del Baztán para tratar de seguir el
camino que en su día iniciaron Ciga, Echenique y
Echandi.
Forman
parte del colectivo, además de Apezetxea e Ismael Fidalgo,
los pintores Ana Marín, Jesus Montes, Ana Mari
Urmeneta, Kepa Arizmendi, Xabier Soubelet, Tomás
Sobrino y Fernando Gorostidi. En él se incluyen también
en alguna medida los vizcaínos atraídos por Ismael Fidalgo
-Echarte y Marcelino Bañales-, y los guipuzcoanos Eloy
Erenchun y José María Rezola, en cuanto que han pintado
ocasionalmente el valle.
Este
grupo se dio a conocer en Pamplona en Noviembre de 1983. En ese
mismo año, coincidieron en Vera todos los pintores vivos de la
Cuenca, en una nutrida exposición, organizada por intereses ajenos a
los artistas. Por primera vez se pudieron ver juntos a los pintores
del Bidasoa.
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