12 sept 2012

BERNARDINO BIENABE ARTÍA


Bienabe Artía es un pintor guipuzcoano que nació en Irún en 1899 y falleció en Etxalar (Navarra) en 1987.

Comenzó sus estudios de arte en la Academia de Dibujo de Irún. En 1917, con la recomendación de Ricardo Baroja, se trasladó a Madrid para continuar su aprendizaje artístico. Estudió en la Escuela de Artes y Oficios con los maestros Echeandia y Álvarez Sotomayor. A los veintiún años de edad se presentó a la Exposición de Noveles Guipuzcoanos, obteniendo un gran éxito; fue muy comentado y elogiado su cuadro titulado Carnestolendas. Asistió a algunas clases en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, y más adelante abrió un estudio con Carlos Sáenz de Tejada. En 1920 se estableció en Fuenterrabía.

En 1923, viajó a París junto a Gaspar Montes Iturrioz y Flores Kaperotxipi. Estudió en las academias Colarosi y en la "Grande Chaumiére", allí recibió las influencias del Impresionismo y Fauvismo que posteriormente plasmará en su lienzos con ejemplar maestría. En 1921, 1922 y 1923 siguió concurriendo a las exposiciones de artistas noveles y consiguió diferentes premios. En 1923 celebró una exposición en los salones de El Pueblo Vasco, y en 1926 expuso en el Ateneo de Madrid algunas obras que merecieron ser comentadas.

Posteriormente concurrió a la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid, presentando dos cuadros. Después de celebrar algunas exposiciones se trasladó a Hendaya donde realizó un retrato a don Miguel de Unamuno cuando éste se hallaba forzosamente allí.

La guerra civil española le obligó a partir con dirección a la República Argentina, instalándose en Mar del Plata, poco después concurrió a la exposición denominada Salón de Primavera, donde obtuvo una merecida medalla de Plata. Posteriormente gozó del éxito obtenido con sus obras en el Casino en la muestra de Artistas Vascos. De Mar del Plata se trasladó a Bolivia para ejercer la dirección de la Escuela de Arte de Santa Cruz. Luego se trasladó a Chile. En 1953 regresó a Irun y, consagrado totalmente como pintor, expuso en Bilbao, Barcelona y Madrid. En 1977 se instaló en Etxalar (Navarra) donde, aislado de los circuitos artísticos, continuó la labor pictórica hasta su muerte.

Las obras de ambiente vasco han sido muy celebradas y prontamente adquiridas, siendo uno de los cuadros más cotizados el titulado Pescador, que se encuentra en la colección Collin Wooffran, de Nueva York. Sus obras se encuentran en colecciones particulares y oficiales en muchos países de habla castellana, especialmente en Bolivia. El Museo San Telmo adquirió tres obras.

Realizó también murales, entre ellos las pinturas del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en Hondarribia y una arcada completa en la iglesia dedicada a San Antonio en el barrio de Alzate (Baztán, 1953).

Los cuadros titulados Viejo de mar y niño; De vuelta de la pesca, y Retrato de Unamuno, han merecido los más sinceros elogios.

Bienabe, describió pictóricamente el paisaje del Bidasoa, en el que se inició y también cerró su ciclo vital. Fue pintor de paisajes y tipos vascos. Su primera etapa pictórica de la década de los años veinte se situó dentro del realismo, con figuras de inspiración velazqueña. Tras su paso por París recibió influencias de Matisse y sobre todo de Vlaminck. En los años treinta su estilo evolucionó hacia el fauvismo y sus paisajes denotan influencia de Vázquez Díaz en las formas volumétricas. En su última etapa pintó sólo paisajes y evolucionó hacia el impresionismo, en la línea de Darío de Regoyos.

A lo largo de su dilatada trayectoria artística recibe numerosas influencias que discurren entre la luz y los colores del impresionismo y el expresionismo de su pincelada. En París muestra gran interés por el geometrismo y síntesis de la pintura de Cezánne mientras que en América el realismo lineal y dibujístico marca su estilo.
Ante este panorama, Bienabe Artía ha sido considerado un artista puente entre la tradición y la modernidad de la pintura vasca y un referente y maestro para las futuras generaciones.
"Bienabe Artía es un enamorado del sabor local. Pero su pintura no cae en el pintoresquismo o el mero folklore, y universaliza los valores autóctonos con la enorme potencialidad de su plástica. En este orden, los temas de figura son más característicos que los paisajes, peculiaridad, por otra parte, que se encuentra en toda la escuela vasca. Sin embargo, Bienabe Artia infunde al paisaje un vigor ceñido y denso, que a veces recuerda los mejores momentos de Regoyos. Su paleta, propicia a los acordes graves, tiene una gama extensa y bien armonizada, que concuerda con la severidad formal y el orden riguroso de la composición, remitida siempre a la conjugación de la masa con el pigmento". AngelMarsá en la Gaceta de las Artes, Barcelona, 1954.

En agosto-septiembre de 2001 tuvo lugar una exposición retrospectiva en el Centro Cultural Amaia de Irun.





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