Amigo íntimo de Agustín
Ibarrola, Blas de Otero y Menchu Gal, el artista trapagarandarra
compaginó su trabajo en la empresa Babcock & Wilcox con su
afición por la pintura. En 1929 conquistó el premio de pintura
convocado por la revista Arte y Hogar (Madrid). Y en 1954 se encargó
de decorar el hotel Wellington de Madrid.
Su especialidad fue el
paisaje y la pintura mural, de trazos vigorosos y audacia
colorística. A lo largo de su carrera exhibió sus cuadros en varios
municipios de Vizcaya y Navarra. Fue un gran pintor de paisajes,
sobre todo de su querida zona minera: La Arboleda, Larraineta, Salta
Caballos... pero en su colección también ocupa una parte importante
Frías, una localidad burgalesa, y también las tierras navarras:
Uxue, Elizondo... a las que dedicó mucho tiempo de su producción
artística.
Durante su estancia en
Elizondo realizó una pintura mural << El Bautismo de San
Juan >> para la iglesia de la localidad. En el Baztán
pronto conectó con Apezetxea y Ana Marín entre otros, para quienes
reservó una cita periódica al caer el otoño. Mas tarde se juntaron
Sobrino, Arizmendi, Soubelet... Allí formaron el grupo “Artistas
del Baztán”. Además también formó parte de la asociación
“Joven Pintura Vizcaína” (1951) y impulsó la formación del
grupo “Estampa Popular de Vizcaya” (1962).
En 1955 realizó junto a
Anjel Aja un mural para la Iglesia de La Reineta (La Arboleda) que
representaba el trabajo en la mina. De ese mismo año es la obra <<
Calle de Txokoto >> (Elizondo, 1955), la cual puede
citarse entre sus mejores obras.
Entre 1969 y 1975 obtuvo
los primeros premios en las Bienales de Arte para el personal de la
empresa Babcock & Wilcox donde trabajaba. Y en 1976 se le
concedió el primer premio en el Certamen de Pintura Abanto y
Zierbana. Después de estos premios realizó varias exposiciones en
Elizondo, Madrid, Portugalete, Pamplona...
En 1999, junto a su
pupilo Anjel Aja recorrió el camino de Santiago con el fin de
“inmortalizar al óleo las tierras rojizas, los campos dorados, y
el negro del carbón de las minas” a su paso por Castilla. El
diccionario de Pintores Españoles Contemporáneos de Estiarte dice
lo siguiente: “Al cambiar sus riberas del Bidasoa por los campos de
Castilla perdió lirismo, pero ganó en autenticidad. Sus temas de
suburbio industrial son vigorosos y emotivos”. Además pintó
bodegones e incluso retratos y aportó por la libertad de la cultura,
es decir, por la cultura de la libertad.
Fidalgo falleció en
febrero de 2010 muriendo con él uno de los mejores pintores
impresionistas que ha dado la comarca.
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