El Bidasoa y el paisaje que se genera en su trayectoria ha sido y es un punto de mira de numerosos artistas del País Vasco. Él y su paraje es la fuente de inspiración a la que ellos dirigen sus miradas para la realización de numerosas obras. Por eso, se podría decir que de sus aguas ha nacido un tipo de sensibilidad artística que une y caracteriza el arte que se realiza en sus alrededores. De ahí la importancia del Bidasoa como unión de estos artistas. Es en este río donde podemos encontrar corrientes artísticas afluentes del Bidasoa que fluyen e influencian.
En el Bidasoa y en especial en su primer tramo por el Baztán es donde se quiere hacer hincapié en esta idea. Francisco Javier Zubiaur Carreño ya mencionó esta idea en su tesis "La escuela del Bidasoa". Es por ello y por la existencia del colectivo Pintores del Baztán por lo que se quiere recoger el arte característico del valle del Baztán en un centro museístico y educativo a su vez.
En una conversación con Tomas Sobrino Habans, miembro de este grupo, hablamos sobre la necesidad de crear un lugar donde quede reflejada la historia del arte del Bidasoa, lo ocurrido hasta ahora, lo que está ocurriendo, pero también dando paso a lo que queda por llegar. Se marcó como principio de la sensibilidad artística baztanesa la Agrupación Coral de Elizondo, fundada por Juan Eraso Olaetxea en 1942, por la que se creó mas tarde la tradición pictórica. Es aquí donde se subraya la importancia de la continuidad en el arte.
La idea es desarrollar un edificio que se mantenga vivo a lo largo del tiempo, un lugar de encuentro de los diferentes artistas a los cuales les une el Bidasoa. A través de este centro podemos ver los precedentes de lo que luego se convirtió en una pintura basada en el paisaje y naturaleza, contemplar obras de los Pintores del Bidasoa pero también aprender de la transmisión de los valores paisajísticos concretos que se encuentran en el Baztán. Es un centro donde se recoge la actividad artística del Bidasoa y a la vez se mantiene vivo. Con él se quiere destacar la existencia de artistas con una actitud concreta hacia el arte y hacia la pintura con el objetivo de que persista esta trayectoria.
Por todo ello además de proponer un edificio que dé a conocer los valores artísticos del Baztán y el Bidasoa, se propone un centro que impulse una continuidad y una formación estética del individuo. En este sentido, el centro se complementa con diversas aulas pedagógicas que dan cabida a los nuevos tiempos, nuevas tecnologías y nuevas maneras de realizar arte. Así pues, el centro se compone de un área museística con sus diversas salas de exposiciones y un área pedagógica con sus diversas aulas según las necesidades de las diferentes enseñanzas artísticas que se pueden impartir. También contiene un auditorio, ya que Elizondo aún no dispone de ninguno.
Además dada la importancia de la cultura gastronómica del Baztán, y ya que muchos encuentros y eventos en su cultura giran alrededor de la gastronomía, este centro se completa con una cocina y un comedor para dar lugar al encuentro e intercambio de ideas de los diversos artistas que dan vida al centro.
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